¿Qué pasaría si un día descubres que, en realidad, eres hijo de un dios griego que debe cumplir una misión secreta? Pues eso es lo que le sucede a Percy Jackson, que a partir de ese momento se dispone a vivir los acontecimientos más emocionantes de su vida. Expulsado de seis colegios, Percy padece dislexia y dificultades para concentrarse, o al menos ésa es la versión oficial. Objeto de burlas por inventarse historias fantásticas, ni siquiera él mismo acaba de creérselas hasta el día que los dioses del Olimpo le revelan la verdad: Percy es nada menos que un semidiós, es decir, el hijo de un dios y una mortal. Y como tal ha de descubrir quién ha robado el rayo de Zeus y así evitar que estalle una guerra entre los dioses. Para cumplir la misión contará con la ayuda de sus amigos Grover, un joven sátiro, y Annabeth, hija de la sabia Atenea.
Siempre que oía hablar de Percy Jackson lo relacionaba con algo infantil. Por esa razón, hasta hace dos meses ni siquiera me había planteado leerme este libro, pero siguiendo el consejo de una amiga finalmente lo hice... y no entiendo como he podido vivir tanto tiempo sin conocer a Percy.
Es una historia fresca, con un ritmo rápido y llena de aventuras con la que es imposible aburrirte. Percy es un narrador estupendo, divertido y con el que es imposible no conectar. Grover y Annabeth son unos secundarios geniales y logran formar, junto con Percy, un perfecto trío principal, complementándose con sus dispares personalidades y mostrando una gran valentía y sentido de la amistad.
El autor, Rick Riordan, ha conseguido convertirse en uno de mis predilectos debido a su estilo sencillo y lleno humor que consigue que casi siempre tenga una sonrisa en la cara mientras leo uno de sus libros. Además, me ha encantado la forma tan original que tiene de tratar el tema de la mitología griega e integrarla con el mundo real, de manera que aprendes sobre los dioses, mitos y seres mitológicos griegos a la vez que avanza la aventura de los personajes.
En definitiva, El ladrón del rayo es un comienzo espectacular para esta saga. Un libro divertido, ágil, lleno de acción y fácil de leer que te dejará con ganas de más.
El ladrón del rayo es la primera parte de la pentalogía Percy Jackson y los dioses del Olimpo. Sí es cierto que en algunos aspectos la novela es sencilla e incluso un poco infantil, cosa completamente normal teniendo en cuenta que el protagonista es un niño de 12 años. Por eso, creo que lo ideal habría sido comenzar esta saga cuando era más pequeña y haber ido creciendo con los personajes a lo largo de la misma. Pero esto no debe echaros para atrás porque, a pesar de todo, yo he disfrutado de este libro como una enana.
Es una historia fresca, con un ritmo rápido y llena de aventuras con la que es imposible aburrirte. Percy es un narrador estupendo, divertido y con el que es imposible no conectar. Grover y Annabeth son unos secundarios geniales y logran formar, junto con Percy, un perfecto trío principal, complementándose con sus dispares personalidades y mostrando una gran valentía y sentido de la amistad.
El autor, Rick Riordan, ha conseguido convertirse en uno de mis predilectos debido a su estilo sencillo y lleno humor que consigue que casi siempre tenga una sonrisa en la cara mientras leo uno de sus libros. Además, me ha encantado la forma tan original que tiene de tratar el tema de la mitología griega e integrarla con el mundo real, de manera que aprendes sobre los dioses, mitos y seres mitológicos griegos a la vez que avanza la aventura de los personajes.
En definitiva, El ladrón del rayo es un comienzo espectacular para esta saga. Un libro divertido, ágil, lleno de acción y fácil de leer que te dejará con ganas de más.
Por todo lo anterior, este libro se merece las 5 estrellas.
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